El calzado de seguridad es un tipo de calzado especial utilizado en las diferentes actividades laborales que es utilizado como equipo de protección personal, diseñado para resguardar a los trabajadores de diferentes riesgos principalmente destinados a la protección de los dedos de los pies, así como la contaminación con agentes químicos, las descargas eléctricas, las caídas y otros riesgos.

 

El 25% de todas las incapacidades laborales en mundo entero son por lesiones en el pie, una cifra que nos obliga a pensar que la importancia del calzado de seguridad en el trabajo no debe ser subestimada.

 

Estas lesiones se asocian con ambientes peligrosos o en los que es necesario permanecer mucho tiempo de pie. Ampollas, pie plano, callos, arcos mal formados y dolores persistentes: todas estas dolencias pueden inducir bajas en la productividad y generar un creciente ausentismo. 

 

Curiosamente las lesiones más frecuentes no son laceraciones, amputaciones, aplastamientos o pinchazos en los dedos de los pies, sino resbalones y tropiezos por no usar calzado de seguridad antideslizante.

 

Tipos de zapatos de seguridad

TIPO 1 – Calzado de protección para uso general, referidos a aquel calzado destinado a ser usado en actividades donde el trabajador no se encuentra mayormente expuesto a riesgos de agentes físicos de acción mecánica.

 

TIPO 2 – Calzado de protección con puntera, referido a aquel calzado destinado a proteger los dedos de los pies del usuario, debido a la existencia de riesgos de agentes físicos de acción mecánica.

 

TIPO 3 – Calzado de protección dieléctrico, referido al calzado destinado a proteger al usuario en zonas donde existe el riesgo permanente de descarga eléctrica.

 

TIPO 4 – Calzado de protección antiestático, referido a aquel calzado que sirve para descargar la energía estática del cuerpo humano, que básicamente es generada por acciones del trabajo que se desarrolla.

 

TIPO 5 – Calzado de protección metatarsal, que básicamente consiste en aquel calzado que lleva un componente integral que protege del empeine del pie contra cierto tipo de impactos directos al metatarso.

 

TIPO 6 – Calzado de protección contra la penetración de objetos punzo cortantes hacia la punta del pie, que básicamente evita la afección de la planta del pie, provocado por la incrustación directa de ciertos objetos punzo cortantes que suelen traspasar la suela del calzado.

 

TIPO 7 – Calzado con protección impermeable, referido a aquellos diseñados para proteger al usuario del riesgo de filtración de líquidos o polvos finos a la parte interna del calzado.

 

¿ QUÉ LESIONES PUEDEN OCURRIR CUANDO NO SE UTILIZA EL CALZADO DE SEGURIDAD ?

 

  • Esguinces, fracturas y huesos rotos. Pueden ocurrir en cualquier lugar donde haya un piso resbaloso, un pasillo congestionado o iluminación inadecuada. Los trabajadores de oficina son muy vulnerables a estos accidentes.
  • Descargas eléctricas causadas por electricidad estática o el contacto directo con la fuente sin el uso del calzado de seguridad indicado. Los trabajadores de la construcción y electricistas son víctimas frecuentes.
  • Cortes, laceraciones y dedos del pie rotos pueden ser el resultado de trabajar con sierras de cadena y podadoras de pasto sin calzado de seguridad.
  • Pies aplastados, huesos rotos y amputaciones en los dedos y los pies: frecuentes en la construcción, explotación forestal, pesca y operaciones petroleras de perforación.
  • Quemaduras químicas y salpicaduras de metal fundido u otros materiales inflamables y explosivos. Son lesiones frecuentes en la minería, la fabricación de metales pesados y la producción de productos químicos.

El costo de estas lesiones es muy elevado para las empresas, por eso son necesarias estrictas políticas que permitan implementar medidas eficaces de protección en el lugar de trabajo. Análisis recientes indican que las lesiones en el pie se redujeron en un 60% cuando se introdujo el calzado de seguridad como una medida de obligatorio cumplimiento.